martes, febrero 15, 2005

jueves, enero 13, 2005

Zona Verde El bosque mediterráneo

José Navarro

En la entrega anterior ya avanzamos un poco en este ecosistema. Pero será en esta en la que trataremos de una forma más profunda este tipo de bosque.
El bosque mediterráneo se caracteriza por encontrarse en regiones templadas, con una baja tasa de lluvias, los inviernos son suaves y los veranos calurosos. Estas áreas son las que rodean al mar Mediterráneo, entre ellas Italia, Grecia, España, África del Norte.
En España más de la mitad de la superficie pertenece a los bosques. Existen unas 26 millones de hectáreas correspondientes a terrenos forestales, aproximadamente un 51.5 por ciento de la superficie total de nuestro país.
La encina como emblema del bosque mediterráneo, domina el 75 por ciento del territorio. Son aproximadamente unos 700 millones de ejemplares. Es en la Sierra de Cazorla donde se encuentra el bosque más extenso de Quercus, familia vegetal a la cual pertenece la encina. En estos bosques acompañan entre otros a esta especie, los pinos, con sus variedades de: pino salgareño, pino halepensis, pino piñonero, pino insigne, las hayas que ocupan un lugar importante, aproximadamente son unas 230 millones de ejemplares. Hay que destacar también al pinsapo, de esta especie existen aproximadamente unos 400.000.
“Los Alcornocales”, lugar situado entre las provincias de Málaga y Cádiz, es uno de los bosques más importantes. Este lugar fue en el año 1.989 nombrado Parque Natural, siendo desde entonces unos de los espacios protegidos de nuestro país. Con una extensión de 170.000 hectáreas alberga el conjunto de alcornoques mayor de todo el continente europeo.
Dato significativo es que el bosque mediterráneo ocupa en la superficie forestal europea el 45 por ciento de la misma.

martes, enero 11, 2005

¿Porqué nos llaman a los esteponeros culitos mojaos?

Por Juan Usero

Yo he oído comentar a la gente varias versiones sobre el particular, y son las que sucintamente a continuación enumero:
La versión más antigua, popular y extendida, dice que proviene de que a las brevas, para que maduren más temprano, y así puedan tener un mejor precio en el mercado, se les unta el culito con un algodón impregnado de aceite.

Otra cuenta, que hace muchísimos años, existía en la playa de nuestra singular rada, un poblado de humildes chozas habitadas por pescadores.
Sus moradores, por higiene, hacían sus necesidades en la orilla de la playa, para que al subir el agua de las olas arrastrara los excrementos hacia mar adentro. Por lo que en algunas ocasiones el agua llegaba a mojarles el trasero.
Mi recordado amigo Francisco Arroyo afirmaba que a él le parecía que esta explicación era la más lógica.

No hace mucho otra persona me dijo que nos llamaban “culitos mojaos”, debido a que los carreros que transportaban en sus vehículos la arena para las obras al ir sentados sobre ella, suelta o en sacos, se les humedecía la zona glútea.

Y esta cuarta y última versión, la que más me gusta a mí por lo poética, en la que refiere que cuando los residentes de nuestros entrañables pueblos vecinos de la serranía: Genalguacil, Jubrique, Pujerra o Igualeja, cuando venían hacia Estepona, al llegar al puerto de Peñas Blancas, se quedaban extasiados al contemplar en la distancia, allá abajo, aquella blanca pequeñita y diminuta villa de Estepona, que parecía de juguete, y que por simple ilusión óptica, daba la impresión que sus cimientos estuviesen sumergidos en las azules y límpidas aguas de nuestro Mare Nostrum, y que por ello sería posible que se les mojase las posaderas a los esteponeros. Por este motivo y en plan de bromas nos llamaban “culitos mojaos”.

Aprovecho para sacar a colación la siguiente anécdota, que reflejo en el texto de la carta que a continuación transcribimos y que esperamos sirva para desfacer tamaño entuerto.

(Documento Estepona abril de 2.003)


Y todavía para más INRI, voy a copiar literalmente la perla que me encontré cuando buscando consulté una Enciclopedia del Círculo de Lectores que editada en el año 1.972 dice así:
Estepona. Municipio de España, provincia de Málaga, partido judicial de Marbella; 13.231 habitantes. Situado en la Costa del Sol. Puerto pesquero. Industria de conservas de pescado. Centro turístico. Área com. de Málaga.

¡¡Vaya!! que la Carta de Villazgo que nos concedió el rey Felipe V en el año 1.729, y en la que se nos emancipaba de Marbella, parece que todavía a estas alturas no había llegado a los oídos de los redactores de dicha Enciclopedia.

Sin más por hoy, me despido hasta el mes que viene si Dios quiere y la Virgen del Carmen, la de los Remedios, la del Rocío, San José y San Isidro Labrador.

Una Estepona en la que predomine lo horizontal sobre lo vertical

Antonio García

Una Estepona en la que predomine lo horizontal sobre lo vertical; eso es lo que ha pedido, entre otras cosas, el alcalde de la ciudad, Antonio Barrientos al equipo redactor del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, o lo que es lo mismo, la planificación de la ciudad de cara al futuro. Barrientos, junto con su actual equipo de gobierno, lo tiene claro y es por lo que ha desvelado a este periódico que de lo que se trata es de no acabar “con la gallina de los huevos de oro”.
Para ello, la primera autoridad municipal entiende que el crecimiento tiene que ser armónico, ordenado y racional junto a un desarrollo sostenido.
Barrientos es contundente a la hora de hablar del urbanismo y no tiene ningún tipo de problema al afirmar que “los casos polémicos, entiéndase H10 y otros, son problemas heredados del pasado y no existe ninguna actuación urbanística de este gobierno que haya levantado la mínima suspicacia, ya que todo se ha hecho bajo la más estricta legalidad y transparencia”.
Los integrantes de los partidos en la oposición, Partido Popular e Izquierda Unida, por su parte no opinan de la misma manera que la primera autoridad, al que han acusado en reiteradas ocasiones de mantener una política oscurantistas y falta de transparencia, sobre todo tras celebrarse una reunión con el equipo técnico redactor de Enrique Bardají. Antonio Murcia, incluso, ha asegurado a este periódico que una ciudad como Estepona “no puede seguir sin concejal de Urbanismo, ya que no se puede ser alcalde y concejal de Urbanismo a la vez”.
En contestación, Barrientos agrega que la oposición no ha digerido “que no están gobernando y que su misión es fiscalizar. Deben presentar alternativas y lo que parece que pretenden es gobernar”. El alcalde ha dejado claro en este sentido que se le está dando mecanismos de participación. “Lo tienen en la sociedad creada para el Plan General, ya que pertenecen a su consejo de administración”.
Barrientos, pese a reconocer que el equipo de Bardají lleva poco tiempo trabajando, explicó cuales son las líneas básicas a seguir. La previsión de infraestructuras viarias, saneamientos y abastecimientos, equipamientos públicos de todo tipo, parques, reserva de suelo para el nuevo hospital de alta resolución, equipamientos deportivos, educativos, sociales, culturales. “En estos apartados vamos a ser muy exigentes”.
Todo con el fin de construir una ciudad, según el regidor, en “la que predomine los horizontal sobre lo vertical. “Tenemos trabajo y hay que tener en cuenta que los ciudadanos buscan, desde el punto de vista medioambiental, entornos agradables y para eso el urbanismo es un pilar esencial”.
Para concluir, el alcalde manifestó que una noticia positiva es que Estepona cuenta “con la mayor bolsa de suelo de toda la Costa del Sol y estamos a tiempo de hacer una ciudad que sea un elemento diferencial con respecto a los demás municipios de la zona y del Sur de Europa”.
El debate sobre el urbanismo está más que servido y habrá que esperar que pasen pocos meses –para el mes de mayo se espera que esté listo el avance del nuevo PGOU- para conocer como se desarrollan las cosas, aunque algo es evidente, se trata de un asunto de vital importancia para el futuro de la ciudad, es por ello que se antoja lógico que se actúe con la responsabilidad debida y que, además, se arbitren las soluciones necesarias para acabar con los problemas heredados y de camino se tomen las necesarias para que en el futuro éstos no vuelvan a suceder.